Seguidors

dilluns, 27 de febrer del 2012

EXÁMENES EVERYWHERE:(

Buenass:)) Aunque tenemos malas noticias. Esta semana la tenemos llena de exámenas, a dos por dia casi. Nos hemos pasado toda la tarde y algo de noches estudiando. ¿Mañana que toca? Quimica= a suspenso. ¿Pero esque hay alguien a quien le importe los protones, neutrones....? ¿A parte de a Einstein? ¿Lo he escrito bien? Que más da.?A caso se interesa él por mis exámenes? Creo que todos alguna vez nos hemos acordado de la familia de Einstein, al menos yo.
En definitiva, que esto es lo que hay esta semanaTT Pero si podemos subir, subiremos capítulo.

Muchisimas gracias por seguirnos y comentar:) Con cada comentario se nos va olvidando la semana que nos espera de exámenes^^





By: Estas escritoras ''amantes de la química''

diumenge, 26 de febrer del 2012

Capítulo 17

Entro en el coche, cierro la puerta y me pongo el cinturón. Tengo los ojos un poco llorosos y se me nota un poco que he llorado, gracias a dios que el maquillaje sigue intacto.
-Va, anímate un poco Dani, estás muy seria, que te pasa?
-Nada. – Le digo mirando hacia el frente.
-No, y estás así porqué has visto a un vagabundo mendigando. – Se me escapa una sonrisa, la primera en toda la mañana.
-Tonto.
-Si en realidad te gusta.
-¿Qué me gusta el que?
-Pues eso que sea tonto, que te haga reir… Esas pequeñas cosas que te encantan de mí como a mi de ti, claro está.
-Siempre acabo con los más chulos.
-No soy chulo, sino que me hago valer.
-Lo que decía…
-¿Pero ya estás mejor o no?
-Desde que estoy contigo sí. – Y le doy un beso en la mejilla.
-Elija destino señorita.
-Mmmm… Sorpréndeme.
-Tú lo has querido, quizás tardamos un poco más de lo previsto porque quiero parar a hacer algunas compras.
-Como quieras, no tengo prisa. – A los quince minutos o así aparcó en un supermercado de estos de carretera.
-Quedáte aquí, no tardo nada.
-Vale. – Viene enseguida, con dos bolsas de plástico con el logo estampado del super. Las mete en el maletero y se sube al coche.
-¿Qué has comprado?
-Pronto lo sabrás.
-¿Qué enigmático no?
-Me gustan las sorpresas, ¿A ti no?
-No demasiado.- La noche llegó rápida. Paramos así como tres veces o cuatro, no me acuerdo. Una de ellas para comer y las otras para estirar las piernas. Resultó que en la bolsa llevaba unos sándwiches y un par de refrescos.
-Oliver, tengo hambre.
-¿Ya tan pronto?
-¿Pronto? ¡Pero si son casi las once de la noche!
-Es que el tiempo a tu lado se me pasa tan rápido…
-Además necesitas descansar un rato, estoy cansada yo y eso que no soy la que conduce. – Oliver coge un desvío y se mete por una especie de atajo y quedamos en medio de la nada. Es más o menos como un bosque pero al final hay carretera. Se baja del coche, pone una manta en el suelo y saca las bolsas de esta mañana. De ella saca una bolsa entera y llena de nubes de golosina y otra con otras chuches, de beber Coca-cola.
-Sé que no es perfecto pero es lo que hay.
-Ayyy!!! NUBES!- Digo gritando como una loca.
-Toma.- Me pasa un palillo.
-¿Y qué hago yo con esto?
-Pues pincha la nube y aguántala por el palito.- Se saca un mechero del bolsillo y empieza a quemar la nube, huele a caramelo. Me encanta. – Cómetela.
-¿Pero esto esta bueno?
-Sí, cómetelo.
-¿Seguro?
-¡Que sí plasta! – Y me la espachurra en la boca.Nos acabamos casi todas las chuches y me quedo tumbada en el suelo con la cabeza en sus piernas mientras él me toca el pelo.
-Deberíamos dormir.
-Oliver, no me digas que tenemos que dormir en el coche.
-Si quieres dormir aquí fuera…
-Está bien. – Entramos en el coche y nos tumbamos en la parte de atrás sin zapatos. Que descanso. Nos empezamos a besar y una cosa lleva a la otra y la otra a la una hasta que quedamos uno encima del otro.
-Oliver para, no puedo.
-¿Qué te pasa?
-No sé de verdad que no puedo.
-Vale, como quieras, no te voy a forzar. Pero porqué no te gusta, porqué lo hago mal…
-No de verdad que tu eres perfecto, soy yo que no se. Intentemos dormir un poco, por favor.
-Dani, te quiero.- Y nos besamos. Finalmente nos quedamos dormidos tan pegados como es posible. Derribados por el sueño y el cansancio, con la manta por encima tapando tanto como es posible. Mañana será otro dia.



divendres, 24 de febrer del 2012

Capítulo 16

Al día siguiente vuelvo para recoger las cosas. Abro la puerta y no se escucha ni un alma en la casa. He venido lo antes posible para evitar encontronazos. Todo está muy tranquilo, silencioso, limpio, demasiado limpio. Parece como si esta casa nunca hubiera estado habitada, como si yo fuese una desconocida que viene a ver el piso. Voy a la habitación de Iván, mejor dicho nuestra habitación, pero no hay nadie. Tampoco está Carolina. Esto es muy raro. ¿Tan mal le ha sentado a Iván que ha hecho las maletas y se ha ido? Y si fuese así ¿Porque tampoco está Carolina?¿Y si se han fugado juntos? Demasiadas peguntas y nadie que me las responda. Pero espera, hay algo en la mesa. Es una carta y pone mi nombre. La abro y reconozco perfectamente su letra, es la letra del mismo chico que me escribía notitas cuando estaba en el internado diciéndome que me quería.
‘’Espero que lo que vas a leer ahora no cambie nada. Si no quieres estar conmigo lo respeto, pero me encantaría seguir teniendo esa confianza que hasta ahora nos teníamos. Quizás cuando te cuente esto, esa confianza se rompa, y yo soy el único culpable. Pero ante todo recuerda que te quiero. Sé que hay algo en tu cabeza que no dejaba que fuésemos una pareja al 100%, un recuerdo, o una horrible pesadilla. Y yo fue tan idiota de no comprenderte y haber hecho lo incorrecto. Hacía mucho tiempo que no teníamos relaciones, y la llegada de Carolina me marcó. Ella tenía muchas ganas de acostarse con alguien y como yo no acababa de entender tu problema piqué. No le eches las culpas a ella, échamelas a mí. Tampoco espero que me comprendas, pero con la charla que tuvimos ayer no sé si esto te afectará o simplemente te dará igual. Pero ante todo, siento tanto por ti que soy incapaz de enfadarme. Espero que ese chico te haga más feliz que yo, pero sé que yo no encontraré a ninguna chica que me haga sentir lo que he llegado a sentir por ti.                                                                                                                                         PD: Tenia un regalo para ti, no sé si te acordarás pero hoy hacíamos tres años juntos, creo que si que te acordabas. Está en nuestra habitación, siempre me acordaré de lo buenos momentos que pasamos en ella. Te quiero, Iván.’’
Me siento culpable. Él me acaba de confesar que ha tenido algo con Carolina pero no siento ningún rencor. ¿Eso es bueno o malo? Eso quiere decir que Oliver ha calado fuerte en mi corazón. Me asomo a la ventana y ahí está, tan guapo como siempre. Con sus RayBan negras, a lo mejor es una chorrada pero me parece tan sexy cuando las lleva. Si no fuera por ese miedo que siento ahora mismo bajaría y le haría de todo en el coche. Dani!El regalo! Voy a la habitación y encuentro una cajita muy pequeña encima de la almohada. La abro y encuentro un anillo. Estos pequeños detalles eran los que hacían que me enganchara a Iván, como si fuera una droga para mí, pero ha llegado Oliver y me está desintoxicando día a día. En el anillo hay una fecha, la del dia que salimos del internado. Me acuerdo como si fuese ayer.
-Daniela cariño me vas a dejar sin respiración, me vas ahogar.
-Es que estoy feliz. Iván ¿sabes lo importante que es para mí haber salido de este cuchitril? Y más si es a tu lado.
-Oye que yo no he dicho que no me encante que me ahogues, y me achuches, y me abraces, y me beses, y todo...- Y acaba esa frase besándome.
-¿Crees que esto será para toda la vida?
-Y si fueras para tooda la vida, si tú fueras para tooda la vida, yo sería la persona más feliz...
-Iván que va en serio, y deja de cantar que de momento hace muy buen día.
-Pues claro tontina que yo te quiero para toda la vida.
-¿Y si aparece otra más lista, más guapa y con más tetas?
-Nunca me fijaría en otra, y si no es así que Dios me vuelva bizco para toda mi vida.
-Calla tonto.- Y lo callo con un beso.
Quien lo iba a decir, pero eso ya es cosa del pasado. Ahora ya es demasiado tarde para que vuelva a mi cabeza. Porque ahora mismo estoy bajando las escaleras de mi antigua casa, porque ahora empiezo una nueva vida en un lugar nuevo, con un chico maravilloso.



dimarts, 21 de febrer del 2012

Capítulo 15

Sí, le beso infinitamente, hasta que nuestros labios se quedan sin fuerzas y nos paramos a coger un poco de oxígeno. Se me cae una lágrima por la mejilla y Oliver se da cuenta.
-No está bien lo que estamos haciendo, yo tengo novio, Oliver. – Me quita las lágrimas de los ojos.
-Está bien, si tu no quieres yo te esperaré, pero no llores por favor.
-Es que tengo un novio maravilloso y no quiero hacerle daño, él me ha ayudado mucho, más que nadie en mi vida.
-Como quieras, pero siempre estaré contigo pequeña. – Me abraza tan fuerte que puedo escuchar los latidos de su corazón. Eso me tranquiliza un poco tras estar unos dos minutos abrazados.
-Tenemos que volver, voy a hablar con Iván.
-No tienes que decirle nada si no quieres, si quieres que desaparezca lo haré y tu podrás seguir con tu vida perfecta tal y como lo hacías.
-Yo no he dicho que quiera eso, solo que no quiero hacerle daño a Iván.
-Mírame a los ojos y dime que no me quieres y que quieres que me vaya. – Me quedo callada mirando al suelo. – Dímelo por favor y desapareceré de tu vida.
-No puedo hacer eso, sabes que no es verdad. En dos días has llegado a mi vida y la has cambiado totalmente, quizás es lo que necesite, desde hace dos años, dos malditos años he estado en ese internado y cada día de mi vida he deseado salir de él. Conocí a Iván y fue lo mejor que me pasó allí dentro. Cada mañana sigo pensando como era mi vida allí dentro y los recuerdos que me quedan. Y puede que la vida me haya brindado esa oportunidad, la de cambiar mi destino.
-Fuguémonos. – Me lo suelta así, sin más.
-¿Estas hablando en serio?
-Sí. ¿Por qué no? ¿Es que no te atreves?
-Claro que me atrevo, pero nos acabamos de conocer.
-¿Qué más da? Tú misma has dicho que quizás necesitabas ese cambio en tu vida, fuguémonos a alguna parte. No me importa si es a la China si es contigo.
-Dame un día e iré donde sea.
-El tiempo es tuyo. Vayámonos ya, contra antes mejor. – Nos subimos al coche sin soltar ni una palabra, pero no es un silencio incómodo, sino todo lo contrario, es agradable. En el viaje pienso en lo que le quiero decir a Iván, también quiero despedirme de Carolina.
Al bajar del coche Oliver me da un beso en la mejilla y nos quedamos mirándonos a los ojos fijamente, puedo leer sus pensamientos incluso. Se le nota feliz de que le haya dicho que si.
-No tardes mucho por favor.
-No lo haré, pero a veces la espera merece la pena.
-Si es para esperarte a ti, no lo dudes.- Sonríe, es irresistible, te dan ganas de besarlo, es irremediable, pero no, ahora no, ya tendré tiempo para eso. Subo las escaleras tan rápido como puedo, bien, la llave no está echada, eso significa que Iván está en casa.
-Hola cariño!
-Hola.- Me intenta dar un beso pero yo lo esquivo. Pone cara de extrañado pero no le da demasiada importancia y se sienta en el sofá.
-¿Te preparo algo de cena?
-No, gracias, no tengo hambre.
-Estas rara.
-Iván, escúchame. – Asiente con la cabeza.- Yo te quiero mucho, mucho, quizás demasiado, pero necesito que sepas que te quiero y que no nunca cambiaría los dos años que me has hecho pasar, pero a veces las relaciones se estancan.- Las lágrimas comienzan a resbalar por mis mejillas. – Prométeme que no te olvidarás de mí nunca.
-¿Esto es el final?
-Llámalo como quieras. Quiero que seas feliz y que no me guardes rencor. He pensado que necesito cambiar. De aires, de estilo, de ciudad, de todo lo que me rodea. Mi vida es una rutina y eso no es lo que quiero vivir. La vida es corta, demasiado para que siempre nos rodeemos de lo mismo.
-Pero yo no quiero eso, yo te quiero a ti.
-Y yo también, por eso quiero que esto quede aquí, este tiempo junto a ti ha sido maravilloso, recuérdame así. ¿Vale? Espero que seas feliz y rehagas tu vida de nuevo, lo siento. Te quiero, recuérdalo. Mañana pasaré a por la maleta, no me gustaría volver a despedirme de ti, por favor. No me preguntes que ha pasado porque seguramente no tenga el suficiente coraje de decírtelo pero solo recuerdo esto: Iván te quiero.
-Y yo. – Y definitivamente me voy.
Siento mucha tristeza al dejar a Iván así, pero siempre he intentado hacer lo que el corazón me dicta, y ahora mismo me dice que me escape con Oliver.Porque ahora si que si, estoy sintiendo algo por él.


diumenge, 19 de febrer del 2012

Capítulo 14

Me despierto y estoy yo sola en la cama. Iván seguro que se ha ido a correr. Espera ¿eso que huelo son tostadas y café? Entonces no se ha ido a correr, porque no creo que la que ha hecho el desayuno sea Carol. Voy por el pasillo pensando en el festín que me voy a pegar como desayuno pero al llegar al comedor mi cara cambia por completo.
-Buenos días, pensaba que me iría y no te vería.
-Mira Dani he invitado a Oliver a desayunar.
-Ya eso ya lo veo.
-Nos ha hecho el desayuno.
-Carol ¿donde está Iván?
-No sé, me parece que se ha ido por ahí.- Ni siquiera me está prestando atención, está muy ocupada mirando a Oliver.
-Ahh que bien. ¿Para qué tienes orejas?
-Para aguantarme los cigarros y ponerme gafas cuando estoy de resaca. Además que es tu novio no el mío.
-¿Tienes novio?
-Si lo tiene. Des de hace dos años, deberías oírlos, parecen niños. Pero yo no, yo estoy libre y entera.
-Ahh interesante, por cierto Daniela me encanta tu pijama de Winnie de Pooh. – Ostia! No me acordaba que he salido en pijama, y encima con este que no deja nada a la imaginación. Este me lo pongo para Iván pero no para él.
- Emm.....Ahora vuelvo. – Voy a mi habitación y me visto lo más rápido que puedo. Me pongo unos vaqueros muy ajustados y una camiseta, la primera que pillo. Vuelvo y veo a Carolina a dos centímetros de Oliver. Él al verme se separa.
-No quería interrumpir.
-Tranquila no interrumpías nada.
-Bueno ¿algo si no? – Carol mira a Oliver con cara de ‘’te lo como todo’’ pero Oliver niega con la cabeza. Carolina suspira decepcionada.- Bueno me voy a la ducha, no le hagas nada que tiene novio.
Los primeros segundos son de silencio. No sé qué decir, el día que estuvimos en su casa era muy majo pero no lo conozco como para tener una conversación de amigos. Pero eso no quita que ahora mismo me den ganas de quitarle la camiseta.....¿Que estoy diciendo?
-Danii..
-Daniela.
-Digo, Daniela, tu confiarías en mi?
-Según. ¿Por qué?
-Ven.- Me coge del brazo y me lleva hasta la puerta.
-¿Qué haces?¿Donde me llevas?
-Has dicho que confiarías en mí.
-He dicho según.- Pero ya no tengo tiempo para replicar. Vamos bajando las escaleras corriendo y el sigue agarrándome de la mano. Llegamos a la calle y nos paramos delante de un coche.
-¿Te atreves a subir?
-Sí que me atrevo, pero ¿dónde me llevas?
- De pequeño me enseñaron que hay que ser valiente y confiar en la gente, menos en los viejos que te dan caramelos. – Nos reímos. Su sonrisa es perfecta, no tiene un solo diente puesto en mal sitio, ni una caríes, ni uno encima de otro, nada, simplemente perfecta.- Así que puedes subir al coche, o ser una cobarde y quedarte aquí en tu casa escuchando a Carolina.- No soporto que me llamen cobarde así que antes de pueda decir algo más me subo en el asiento del copiloto y él me cierra la puerta como un caballero.- Una señorita muy valiente usted.
-Gracias. Es por su culpa señor, me ha retado.
-Me encantan los retos.- Nuestras sonrisas vuelven a saludarse.
Llevamos un buen rato en el coche, vamos cantando de todo, parece que estemos jugando al Sing Star. Pero no me importa que tardemos días en llegar a donde quiera Dios que sea porque estoy muy a gusto.
-Bueno señorita ya hemos llegado.
-Ya?- No tengo ganas de bajarme del coche, se estaba muy bien con la música, sentada y oliendo su colonia de Paco Rabanne.
-Si. Pero espera tengo que vendarte los ojos.
-Vale. – Parece un juego de niños esto. Iván nunca había hecho algo así.
-¿Ves algo?
-Nada.- Que pena no poder verle a él.
-¿Vas confiando más en mi?
-Creo que sí.
-Perfecto porque ahora estas en mi manos, yo te llevo, si tropiezas con algo lo siento.- Me abraza por detrás y me guía, ahora sí que su colonia me acaba de calar en las fosas nasales.- Vale ya te puedes quitar la venda.
Me la quito y solo veo una sola gama cromática, todo verde. Grandes campos de hierba y nadie al rededor, solo él y yo. Y queda aún más bonito cuando de fondo de ve el atardecer, parece sacado de una película. Me quedo embobada mirando el paisaje que ni me doy cuenta de que me acaba de coger de la mano.
-¿Te gusta?
-Me encanta. ¿Cómo que me has traído aquí?
-Porque esto es precioso y tu a su lado, se queda en nada. -  Seguro que le estoy dejando los zapatos un asco de la baba que se me cae.- Venía aquí de pequeño, pero por cuestiones familiares dejé de venir. Cuando te vi en la cafetería, me vino una sensación de que si estoy a tu lado estoy en el mejor lugar del mundo y a mí me encantaba venir aquí. Así que pensé ¿Por qué no juntar las dos cosas?
-Oliver.... Eres de lo mejor que he conocido des de que salí del maldito internado, pero tengo novio y...
-Shhh. Lo sé, pero yo también quiero pasar tiempo a tu lado y yo haré hasta donde tú me dejes.- Poco a poco se va acercando más a mí. Sus labios están llamándome y yo no hago nada por evitarlo. Tengo muchas ganas de besarle y no sale nada de mí que lo pare, ni siquiera Iván pasa por mi cabeza. ¿Qué hago?


dimecres, 15 de febrer del 2012

Capítulo 13

Estuve con los amigos de Carolina pero nos fuimos muy pronto, porqué bien bien no me caen. Son un poco...¿Cómo decirlo? Falsos, tontos, etc. Ponían cada cara de asco que te mataban con ella. Cuatro patatas y para casa con mi Iván.
-Voy a llamar a mi camarero.
-Anda, déjale, pobre. En mi pueblo eso le llaman acoso eh!- Digo entre risas.
-Calla, calla que no me lo coge.
-Normal, esta mañana parecías más salida que una esquina.
-No es que esté salida, sino que llevo meses sin... ya sabes.
-Ala bruta, ahórratelo ¿No?
-Pues entonces deja que hable tranquila con Oliver.
 -¿Pero no era que no te interesaba? Que rápido ha vuelto a tu corazón.
-Já. Mi corazón hace años que lo cerré bien con llave y solo vivo por mí y para mí.
Carolina lleva como una media hora hablando con Oliver. Menos mal que el chico solo me miraba a mí…No es que esté celosa ni mucho menos, yo tengo a Iván que es el mejor chico del mundo. Pero es que no me gusta que Carolina tenga tanta confianza en un chico que ha conocido en una tarde. Espera que ya vuelve, parece contenta.
-Bueno que ¿que te ha dicho?¿De que habeis hablado? – Carol me mira de reojo, toma aire y empieza a desembuchar.
-Pues dice de quedar mañana, que no conoce muy bien la ciudad y quiere que le haga de guía.- Parece muy contenta, seguro que no le ha contado que ha estado en un internado por mala conducta ni que es huerfána, pero la entiendo.- Y dice que también quiere que vayas tú.
-¿Y tú qué le has dicho?
-Pues que le voy a decir, que sí, obviamente.
-Sin avisarme ni nada, perfecto, ¿Y si tengo cosas qué hacer?
-¿Pero tú has visto como estaba?
-Si lo he visto, yo también tengo ojos.
-Qué más da, si solo es para hablar un rato, pobre chico que no conoce a nadie.
-Más vale que sea majo que si no me voy, tenlo claro.
-Qué sí, que sí. – Nos lavamos los dientes y nos vamos a la cama las dos juntas, porqué Iván no está, ha quedado con un amigo y dormirán en su casa porqué es noche de chicos según me ha dicho. Estar al lado de Carolina durmiendo tan calentita, y abrazada a ella me recuerda bastante a cuando estábamos en el internado y de vez en cuando dormíamos juntas cuando una de las dos estaba mal. Nos pasamos hablando hasta las cuatro de la mañana por lo menos, suele pasar, decimos: vamos a dormir, pero terminamos hablando si o si.
Al día siguiente vamos a la misma cafetería dónde conocimos a Oliver porqué según Carol había quedado allí con aquel estupendo chico, palabras textuales.
Vamos a dar una vuelta y terminamos en otra cafetería de no se donde. Al final de ella hay una mesa libre y nos sentamos. Pedimos y cuando ya estamos en la mesa:
-¿Y de dónde eres?- Ya salió la vena cotilla de Carol. Lo está sometiendo al tercer grado.
-Pues de un lugar muy lejano, de donde es Peter Pan.- Lo reconozco, eso me ha hecho gracia. Espero que no haya visto la sonrisa de idiota que me acaba de salir.
-¿Y ese cambio tan brusco de aires?
-Bueno, tampoco es tan brusco, más o menos la ciudad es igual lo único nuevo el mar.
-Ahh, entiendo.
-Carol, deja ya al chico ¿No?
-No, tranquila, si no me importa. –Y muestra su brillante sonrisa.
-Vamos al baño Carol.
-Pero si yo no necesito ir al baño.
-Que si!- Le estiro del brazo y me la llevo casi a rastras. Ya en el baño le echo un poco la ‘’bronca’’ por así decirlo y resumiendo le digo que no le haga tantas preguntas porque se le ve un poco cara de sufrir.
**Mientras tanto en la mesa del bar.**
Dani se ha dejado el móvil en la mesa y Oliver piensa salirse con la suya, quiere conseguir el número de la amiga de Carolina, asi que lo tiene a huevo para apuntarle su teléfono.
A los cinco minutos volvemos con la mejor de nuestras sonrisas.
-¿Dónde quieres que vayamos? –Pregunta Carol una vez más.
-Y si vamos a mi casa, vivo con un compañero pero se ha ido de vacaciones.
-Me parece bien.
Nos lleva hasta su casa. Es el típico piso de alquiler de universitario. Oliver nos pone una película no se si por ser amable o porque mientras la vemos piensa robarnos todo lo que llevamos en el bolso, nunca se sabe, lo acabo de conocer. Pero tardo poco en conocerlo. Carol se ha quedado dormirda, vaya se ha quedado sin su noche loca de pasión. Oliver y yo empezamos hablar y mi manera de pensar hacia él ha cambiado por completo. Miro el reloj y me doi cuenta de que es más de medianoche y como no me de prisa mi carro se convertirá en calabaza, asi que despierto a Carolina y me la llevo para casa.
Me meto en la cama con cuidado para no despertar a Iván que está en el quinto sueño por lo menos. Pero aparece la ley de Murphy y suena mi móvil.
<<Espero que lo hayas pasado bien. Hay que repetirlo. Gracias por todo. Oliver>>





dimarts, 14 de febrer del 2012

Capítulo 12

Una luz se asoma por detrás de las cortinas, una luz que hace que me despierte. También llamados los primeros rayos de sol, bueno los primeros rayos de sol de las once de la mañana. Ayer nos acostamos bastante tarde, entre jugar a las cartas, a verdad o atrevimiento y algún que otro vaso de vodka, o whisky,o de lo que sea. Me doy la vuelta y lo veo ahí, dormidito. Me dan ganas de despertarle a besos, a mordiscos..... Pero es que está tan mono. Poco a poco vuevo a ver esos ojos marrones mientras los va abriendo.
-Buenos días bello durmiente.
-Buenos días mi amor. ¿Me has hecho el desayuno?
-¿Perdón?¿ Me has visto con pintas de tener una bandeja en la mano, llevar puesto un delantal y llamarme sirvienta?
-No, pero te estoy imaginado con un traje de sirvienta sexy.- Con ese comentario aparece mi sonrisa de tonta al escucharlo. La tensión va subiendo poco a poco y la temperatura también. Después de un beso viene otro, y otro, y otro, y otro.... Y cada beso es diferente al anterior pero no mejor que el siguiente. Sentimos que nos va sobrando la ropa, pero como siempre ese recuerdo se deja ver por mi cabeza. Ese recuerdo tan horrible que hace que no puedo estar ahora mismo a gusto con Iván. En el momento en que Iván mete su mano debajo de mi camiseta es cuando me doy cuenta de que esto no puede seguir así.
-Iván espera....- Me separo de él y cruzo las piernas. Me pongo las manos en la cabeza.....Esto tiene que acabar ya.
-Dani,¿ me vas a contar que es lo que te pasa? Porque cada vez que intentamos intimar más tú te pones tan nerviosa y parece como si te diera repelús. Si supiera que no eres virgen, pero no es verdad porque tú y yo ya hemos tenido sexo. Pero después de la primera vez pasó algo que por lo que sea no me quieres contar.
-Lo siento prefiero no hablar de ellos.- Cojo rápidamente la ropa y me voy de la habitación.

Después de dos horas mirando ropa, zapatos, maquillaje, complementos....Carolina y yo decidimos entrar en una cafetería. Mientras nos traían los cafés le conté el problema, ese horrible hecho que es cosa del pasado pero sigue atormentándome en el presente.
-Dani, tia lo siento de veras.
-Tranquila no podías hacer nada.
-Pero deberías habérmelo dicho y yo me hubiera encargado de él. Con lo que ha hecho no se le puede llamar persona.- Ahí rompo a llorar al volver a recordarlo y Carolina me abraza intentando calmarme.
-Nunca pensé que él me haría algo así, parecía un buen chico. Y menos aún después de saber lo que te pasó con él.
-Si lo llego a saber nunca me hubiera enamorado de él. –Se le notaba molesta, como si a ella también la hubiera traicionado, tenía la mirada perdida.- No me puedo creer que fuese él el que me juró un amor eterno, más fuerte a pesar de estar viviendo en una mierda de internado, el que me juró tener una casa e hijos, niño y niña. Pero eso se fue rápido, incluso antes de que tu llegases. En verdad tenía que haberte avisado, reconozco mi error.
-¿Que dices? Nada que ver. No quiero que también estés triste tu.
-¿Entonces no le has dicho nada a Iván?
-No, si se lo cuento no quiero pensar lo que puede pasar. Es capaz de volver al internado y partirle todos y cada uno de sus huesos.
-Es lo que se merece. Yo creo que deberías contárselo, si no al final se cansará de tener una novia que no quiere contarle su problema y encima tener que aguantar sin sexo. Que asco de hombres... –Nuestra conversación acaba ahí, el camarero acaba de traer los cafés.
-Buenas, aquí están vuestros cafés.- Carolina me mira como diciendo: Si no le pides tú su teléfono mejor, porque se lo pido yo.
-Gracias guapo.- Y ahí tenemos a Carol en acción.
-Vaya gracias, es lo mejor que me han dicho hoy. Si no me dicen que el café está frio, me cuentan que el cruasán no tiene suficiente jamón dentro. No trabajéis nunca como camareras, hacerlo por mí.
-Pues déjalo, si quieres te puedes venir a mi agencia de modelos, solamente de modelos masculinos, y es toda mía. – Eso provoca que me ría a carcajadas.
-Que mentirosa eres Carol.
-Shh calla. Y por casualidad no tendrás teléfono móvil, ya sabes ese aparatito con el que se llama a la gente, como por ejemplo yo. Seguro que no tienes ninguna Carolina en tu agenda.
-Pues no, pero encantado de tenerte Carolina. Yo soy Oliver.
-Bonito nombre.
-Carol venga vámonos que tenemos cosas que hacer.
-¿Y su anónima amiga no quiere tenerme en su agenda?
-No gracias, de momento no necesito ningún Oliver en mi teléfono. – No sé si me ha oído, solo he cogido a Carolina del brazo y la he arrastrado hasta la puerta.
-Era muy guapo Dani. Pero no sé, ya no me interesa tanto.
-¿Por qué? Si solo te ha faltado darle un morreo ahí mismo.
-¿Pero no te has dado cuenta? Si solo te miraba a ti, te taladraba con la mirada. Pero tú estabas muy ocupada bebiéndote tu maldito café.- Carol tiene razón, ni siquiera lo he mirado, estaba muy ocupada pensando. Pero tampoco quería su teléfono, mi agenda está muy feliz con su contacto llamado Iván.


dilluns, 13 de febrer del 2012

Capítulo 11

<<Prepara las maletas y recoge todo lo tuyo, mañana pasamos a buscarte, tu síguenos el royo.>>
Eso es todo lo que decía el mensaje que me envió Dani. Yo hice casi y cogí mis maletas y metí en ellas hasta las pelusas. Dejé fuera el pijama y la ropa de mañana. ¡Qué ilusión, que me piro de aquí!
Dani vino a recoger unos papeles de no se qué al internado y yo ya estaba preparada con las maletas en la puerta de entrada. Al instante pasó Iván con un coche de color rojo y me hizo señas para que me subiera y yo no me hice de rogar y claramente, subí. La verdad es que no sé como se las apañaría Dani para que nadie me viera pero lo importante es que lo consiguió. Y tampoco creo que me echen mucho de menos, ni pueden llamar a mis padres, como no tengo….
-Bueno, te gusta nuestro pisito de alquiler?
-No esta mal… Y yo dónde duermo?
-En la bañera si te parece, pues en el sofá dónde sinó. ¿No ves que aquí no hay más camas?
-Veo que no has perdido tu mal humor.
-Yo también te quiero.
-Sabes que si, tonta.- Y se tira encima mio aplastándome entre sus brazos.
-Sal, que me ahogas.
-Cascarrabias…
-Rubia de bote.
-Eso me ofende ehh, que yo soy rubia natural, ¿¿vale zanahoria??
-Que fuerte, me has llamado zanahoria, ahora te quedas sin cenar.
-No pasa nada no tengo hambre…
-¡Chicas, a cenar!
-¡¿Que asco, pero que es esto!? – Grita Carolina.
-Di mejor que era, porqué  ha cambiado de estado. – Y nos empezamos a reir.
-Mejor pido unas pizzas, ¿No? – Dice Iván.
-Mejor. –Decimos las dos a la vez. Al rato que vino el pizzero nos pusimos a comer la pizza mientras veíamos la tele esa, si se le podía llamar tele, porqué era una birria… nos pusimos a hablar de todo y de nada.
-Oye, mañana voy a ver unos amigos que tengo por aquí y que hace mucho tiempo que no veo. ¿Me quieres acompañar, Dani?
-Mmmm, no me convence mucho…
-Va que sí, que después nos vamos de compras, te hace?
-Uhh, ahora si que voy, que el otro día vi unos zapatos más monos…
-Madre mia, ahora si que no os acompaño.- Dice Iván.
-¿Quíen ha dicho que vengas?
-Después la malhumorada soy yo, ehh, aplícate el cuento maja.
-A las seis estate lista, ok?
-Pero si vivimos juntas, para que me dices que este lista si nos vestimos aquí?
-Ayy, yo que sé.

divendres, 10 de febrer del 2012

Capítulo 10

Lo sigo recordando como si fuese ayer. Parece que fue ayer cuando entré en aquel horrible internado. Pero esa cárcel acabó convirtiéndose en un nidito de amor, nuestro nidito de amor. El lugar donde él me decía que me quería y yo le hacía enfadar porque le llevaba la contraria, el lugar donde su lengua rozaba mi paladar, el lugar donde nos entregamos cien por cien. Todo iba a la perfección, hasta que alguien se pasó conmigo, hizo que me sintiera mal, como una mierda. Nunca se lo conté a Iván y no pienso contárselo, porque sigo completamente enamorada de él y espero que él también de mi. Por si no os lo he contado, por fin hemos salido del internado, por fin somos libre, por fin somos mayores de edad. Ahora mismo no vivo con mis padres, y tampoco quiero. Cuando volví no noté en ellos esa cierta alegría que sientes al reencontrarte con tu única hija. Así que hice las maletas y me independicé, tampoco los echo mucho de menos. Mi madre me va trayendo tuppers llenos de su queridísima ensaladilla rusa, y yo cuando no mira la tiro a la basura. También esto sirve para que Iván y  yo tengamos cierta intimidad, pero siempre acaba mal. Al llegar un poco más lejos  en nuestra relación, me viene a la cabeza ese recuerdo tan horrible. Iván se está empezando a preocupar y no quiero que lo haga. A Carolina la echo mucho de menos. Nos hicimos muy amigas, aunque sé que no llegué a saber todos sus secretos.
-Hola ¿Quién soy?- Porque sé quien me ha tapado los ojos porqué sino ya hubiera sacado mi spray del bolso.
-A ver déjame adivinar.......es alguien que se echa cremita en las manos, y alguien tan mariquita solo puede ser....
-Ehh vete a la mierda más lejos que encuentres. – Odia que me meta con sus costumbres de metrosexual, por eso ya ha quitado las manos de mis ojos.
-Espera que no me has dejado acabar, iba a decir que solo podía ser el novio más perfecto del mundo, el más guapo del universo, y el que se ha quedado con la llave de mi corazón. – Al decirle eso aparece una sonrisa de esas que me encantan, de las suyas. Y se acerca a mi boca y......os lo podéis imaginar. Después de medio minuto de beso me atrevo a decirle: - Ah y me encanta que mi novio se eche crema en las manos.
-Lo sé. Hay algo que a caso no te guste de mi? Si soy perfecto.
-Pues mira odio cuando te pones así de chulo, pero te quiero tanto que se me olvida.
-Eso es lo que más me importa, que me quieras, porque sé que más de lo que te quiero yo no vas a poder sentir.
-No me vendas la moto guapo.
-Es la verdad tontina. – Me encanta cuando me coge por detrás y me atrapa entre sus brazos, como está haciendo ahora.
-Oye te acuerdas de nuestro plan no?
-Claro, no me olvido. Para una vez que me pides un favor, habrá que cumplirlo, y yo lo hago encantado.
-Quiero verla, necesito verla. La echo demasiado de menos. Y te juro que entre tu y yo la vamos a sacar de ahí.
-Sabes que podemos salir perdiendo, pero voy a hacer todo lo posible para ayudarte.
-Me encanta, me encanta que en casi estos dos años me has tratado como una reina, en todo momento, me encanta que hayamos salido de aquel antro y sigas conmigo, porque me encantas tú.
-Como que des de que salimos del internado y sigo contigo? Pues por supuesto, porque eres lo más bonito de mi vida, la razón de mi ser.
-Eso no es de una canción?
-No...
Pero me da igual, me encanta como si es de una canción, de un anuncio o porque se lo ha dicho un mendigo, me da igual. Lo único que sé es que lo quiero con locura y que es mi adicción.



dimecres, 8 de febrer del 2012

Capítulo 9

Hoy está especialmente guapo. Me he quedado blanca cuando me lo ha dicho y todo.
-¿Hola? ¿Dani, estás bien?
-Sí, sí, tranquilo, es que no me lo esperaba.
-¿Pero que sientes?
-Ven, siéntate. –Le indico señalando la hierba y el tronco a modo de respaldo. Él me hace caso y se sienta a mi lado.- Yo también te quiero. – En ese momento Iván se lanza contra mí para darme un beso, pero yo me aparto.
-¿Qué haces?
-Es que no me has dejado terminas. Lo que te decía es que no soy como las demás, eso tenlo por seguro. Soy distinta, única.
-Haré que te sientas como una princesa, lo prometo.
-Pero yo no quiero que me trates así, sino que me sorprendas, y que no me defraudes. Yo no quiero príncipes, y menos ser una princesa, porqué no existes de esas. – Y ahora soy yo la que le da un beso y Iván me sigue. Es muy tierna la situación. Nosotros dos, aquí solos, debajo de un árbol, en medio del bosque.
-Te amo.- Esas son las dos únicas palabras que salen de su boca después de fundirnos en ese intenso beso. Nos quedamos acurrucados y Iván se apoya en mis piernas su cabeza de manera que él queda tumbado y yo haciéndole caricias. Se queda dormido como unos quince minutos y yo le miro embobada, está muy mono dormido.
-Buenos días princesa. – Le digo entre sonrisas.
-¿Cómo que princesa? ¿Por qué no me has despertado?
-Es que estás tan guapo dormido… ¿Sabes que roncas?
-Qué dices si yo no ronco.
-No, que va.
-¡Estoy resfriado vale! – Y estallo a carcajadas. – Vámonos ya, que está oscureciendo.
-Tienes razón. – Le doy la mano y nos ponemos en marcha. En el camino había una rama de un árbol en el suelo y no la vi, me tropecé y caí al suelo.
-Cuidado.
-Y me lo dices ahora que ya me he caído, perfecto, mira como me he puesto. Mierda, me he roto los tejanos.
-Estas guapa de todas formas.
-Anda, no me seas tonto y ayúdame a levantarme. – Me coge en brazos y me lleva hasta la puerta del internado y me deja en la puerta.
-¿Al final no le has preguntado a Carolina nada, no?
-¿Cómo quieres que se lo pregunte si no la he visto?
-¿Por qué me respondes con una pregunta?
-Porqué tú también lo has hecho. Lerdo.
-Seré un lerdo, pero soy tu lerdo. ¿No?-Es tan surrealista todo. Hace tan poco que he llegado aquí y ya he encontrado a una de las personas que más quiero en este mundo, él, mi lerdo. Le doy tal beso que le dejo sin aliento, como de unos 20 segundos, unos de los 20 segundos más cortos de mi vida, porqué así es como se me pasa el tiempo con él: corto, demasiado corto.
-¿Me acompañas a mi habitación, o vas a dejar que tu sexy lerda suba sola con esa guarra que me está buscando?
-Te acompaño, te acompaño.- Subimos las escaleras como relámpagos y llegamos a mi habitación.
-Llegó la hora de la despedida. – Digo suspirando mientras abro la puerta con mi superllave con mil llaveros.
-Ya cuento las horas para verte mañana.
-Aún te queda entonces, ¿Al menos dame un beso no?
-¿Y si no quiero?
-Te lo robo.
-No si te lo robo yo antes.- Esta vez quién ganó la pequeña batallita fue él, pero me gusta la manera de acabar la frase, porque me planta un beso de esos increíbles, de los que te quedas con ganas de más, de esos. – Hasta mañana.
-Adiós. –Y definitivamente entro en la habitación. Pero al poco rato de cerrar, me abro la puerta de nuevo y grito. – ¡Eh lerdo, te quiero!
-¡No más que yo! – Y mi vista ya no daba para más, y se esfumó de mi panorámica. Me senté en la silla del escritorio a hacer mis deberes.
-¡¡¡¡Hola!!!!
-¿Tienes que gritar tanto?
-No, pero me gusta.
-Loca que estás… Hablando de locuras, ¿Tú has salido con Michael alguna vez?




dimarts, 7 de febrer del 2012

Capítulo 8

Este chico cada día me descoloca más. Es un ni contigo ni sin ti. No soporto su arrogancia, su soberbia, su chulería, pero a la vez me encanta ser testigo de cuando se pone tierno y afloran sentimientos que nunca pensaba que vería salir de él. Me encanta ver todas y cada una de sus sonrisas, sonrisas que gran parte de ella van para mí. No me canso de repetir lo poco que me gusta su personalidad pero de momento es la persona con la que más tiempo paso en el internado y con la que más a gusto me siento.
-Eii......Daniela estas aquí? O te has cogido el primer cohete a la luna y te has ido? Te has quedando embobada. ¿Estabas pensando en mi no?
-Por supuesto que no idiota. Si estuviera pensando en ti hubiera puesto cara de indiferencia.
-Si bueno ya.....No me has contestado a lo que te he dicho.
-¿El que perdona? Es que no suelo escuchar lo que me dices.- No que va, solo escucho las cincuenta mil o más palabras que puede decir en un dia.
-Sé que lo haces para hacerte la dura, sé que te mueres por mí y por mis labios.
-¿Pero tú que te crees?- Dani, tiene razón.
-Pero que tampoco pasa nada. Suelo causar ese efecto en las chicas.
-Vete a la mierda lo más rápido que puedas y déjame en paz.- Y ahora te dejo ahí y me voy. Mientras camino no quiero mirar atrás para que vea que no me importa, pero tengo unas ganas de girarme para ver si me está mirando. Camino hasta la puerta de la cafetería y me cruzo con Michael. ¿Me acaba de guiñar un ojo o es que tiene un tic? No puedo creer que él y Carolina tuvieran algo. Se ha parado a hablar con Iván. Me escondo detrás de la puerta para cotillear. ¿Y si hablan de mí? Nunca se sabe.
-Oye tio ¿me haces un favor?
-Claro marica ¿qué quieres?
-Es que hay una chica que me gusta más o menos y tal.......y que me la quiero llevar a la cama, a ti no te puedo mentir.
-Tu como siempre ehh ¿Y cómo quieres que te ayude?
-Pues tú te llevas bien con ella, podrías hablar y decirle que soy el más guapo del internado y esas cosas....
-Si claro, el más guapo soy yo.
-Sigue soñando. Bueno entonces ¿me ayudas?
-Sí. Pero ¿quién es?
-La nueva, Daniela.
-¿Qué? No, no puede ser. No es tu prototipo de chica.
-Como que no. ¿Tu las has visto?
-Si todos los días. Pero que no creo que le guste.
-Como no le va a gustar esto. – Y se levanta la camiseta. Yo tengo mejores abdominales que él.
-Que no. Además que tu solo la quieres para tirártela y ella se merece más que eso.
- ¿Y quién no?¿Qué pasa, que estas enamorado de ella?
- Pero que dices. ¿Yo enamorado de esa? Que va, que va.- A lo mejor tiene razón y si estoy enamorado de ella.- Pero que no te la recomiendo, van diciendo por ahí que no es como la típicas de aquí, vamos que esa seguro que lleva aun las bragas con los días de la semana escritos.
-Bueno pues no se. Tu habla igualmente con ella.
-Claro, claro tu tenlo seguro.

Paso de espiar, no escucho nada. Normal, tengo a las super mega pijas al lado que están hablando lo buenos que estaban los chicos que han conocido esta mañana osea pio pio ajá. No las aguanto. Voy andando intentando encontrar un puñetero lugar donde me encuentre a gusto en esta cárcel. Si a mi lado estuviera Iván sería más fácil. Encuentro un pequeño estanque. Al rededor está lleno de hierba y de flores. Me siento a ver los pájaros volar y a las palomas pelearse por un mísero trozo de pan. Cierro los ojos y siento como si estuviera en una nube. Hasta que tiene que llegar alguien que me toca los cojones. Pero abro los ojos y veo esos ojos miel. Si me tienen que molestar, que sea así por favor.
-Iván, ¿qué leches quieres ahora? Es mi hora de meditación.
-Mi hora de meditación es cuando voy al váter. Ahí si que nadie me puede molestar.
-Ahórrate eso. ¿Qué quieres?
-Pues que...
-¿Que qué?
-Pues que hay un cerdo que te quiere llevar a la cama, y me ha pedido que le ayude, pero es que no quiero ayudarle, porque no quiero que te haga nada malo, mejor dicho no quiero que haga nada contigo, ni él ni nadie, porque no quiero admitirlo pero es que te veo con otro chico y me muero porque me parece que me estoy enamorando.- Y todo esto me lo ha dicho de golpe, estaba por pararle y decirle que respirara, que me conviene tenerlo vivo. ¿Qué hago le digo la verdad o sigo sacándole de sus casillas mintiéndole?





Perón por tardar tanto pero es que salimos de un examen para entrar en otro. Ya sabeis que si no colgamos es por eso no porque no queramos colgar, que nos encanta escribir y que os guste:) Por cierto, nos lo pasamos muy bien en el concierto de Dani Martin, es increíble*____* Colgaremos alguna foto^^. Bueno y aquí os dejamos el capítulo8. Esperamos que os guste:)

dijous, 2 de febrer del 2012

DANI MARTIN:)

Lo sentimos pero mañana no habrá capítulo. Antes de que penseis mal, de que si somos malas por dejaros sin capítulo ni nada, os explicamos. Mañana no habrá capítulo porque nos vamos de concierto!! Si, si de concierto. De Dani Martín, el cantante de El Canto del Loco:) A nosotros nos encanta, puedo escuchar su disco cincuenta mil veces en un dia. Mi canción favorita, Mira la vida. Me gusta su música pero la letra me encanta. Bueno ya sabeis que no colgamos el capítulo porque no queramos, si no porque nos vamos a ver a Dani Martin que lo adoramos!



 Pero el sábado por supuesto que  habrá.  Y esperamos que os siga gustando^^ Aqui abajo teneis el capítulo 7:)

By: Estas escritoras que se van de concierto el viernes:)

Capítulo 7

-Iván, siéntate.- Le señalo la cama mientras yo también me siento.
-Hay tan cerca de ti. ¿Seguro que quieres?
-Eres idiota en serio, siéntate ya.-Se sienta muy pegado a mí y me rodea con sus brazos. Yo me limito a leer.
‘’Miércoles 19 de enero de 2011’’
¡No me lo puedo creer! ¡¡¡Lo he besado!!! Pasó muy rápido, pero sentí tanto... Y besa tan bien, tiene unos labios……Está tan bueno! Después hemos estado charlando un poco y hemos hecho como si nada hubiera pasado. No me acuerdo como ha salido la conversación pero hemos acabado riendo. Está siempre abrazándome, es como un oso amoroso. Sí, a partir de ahora él será mi osito. Mañana hemos quedado otra vez a la salida de clase, a ver qué pasa... Espero que sea aun mejor que hoy. ¡Es que besa tan bien! Nunca me ha pasado esto, tener que estar en un internado y conocer a alguien tan increíble como él. Me ha hecho olvidarme de algunos problemas, como que estoy metida en esta cárcel. Llegó la hora de dejar de llorar por los rincones para empezar a disfrutar, que ya me toca.’’
-¿Quién puede ser ese <<osito>>? ¿A ti no te suena?
-Pueees….
-¿Y para esto te he leído la carta y te he contado el secreto?
-Oye me quieres dejar hablar. Que impaciente dios, eres peor que la última tía con la que me acosté.- Le di un golpe en el brazo. A mí no me compara con las barbies de falda mega corta con las que se acuesta.
- ¿Y cuando fue eso? ¿Hace un siglo?
-Já, já. Pues no. ¿Qué te crees que aquí en el internado no he hecho nada?
-En serio……como puedes ser tan chulo. No te soporto.
-Que no inútil que no he hecho nada. Quería ver tu reacción.
-Aa……Y no me llames inútil. ¿Bueno me vas a contar quien es o no?
-¿Y que saco yo a cambio?
-Como no me lo digas una hostia.
-No, gracias, eso no me sirve.
-Vale, que quieres.
-Mmm... Es que ahora no se me ocurre nada, necesito tiempo.
-Pues yo no tengo de eso, ¿Me lo vas a decir o no?
-Te lo digo pero si cuando yo te pida un favor, tú me lo concedes.
-Eso ya lo veremos, pero venga, dímelo.
-A la de una, a la de dos, a la de ...- Y le pegué una bofetada-¿¡ Pero qué haces bruta!?
-Es que tardas mucho, era para quitarte la tontería.- Le digo riéndome a carcajadas.
-Pues ahora no te lo digo.
-Anda que no, si lo estas deseando.- Le digo cogiéndole de las mejillas y estirándoselas.
- No, déjame en paz.
-Venga, no te enfades tonto.-Y le di un abrazo. Entonces Iván se empezó a reír como un loco y yo me quedo mirándole.- Que teatrero eres.
-Sí, sí, teatrero, pero la hostia me la he llevado igual.
-Porqué aún no me has dicho el nombre.
-Por lo que yo recuerdo, así es como se llamaban Carolina y…
-¿Y? Venga hijo tardas mucho.
-Y Michael ostia!
-¿En serio?
-En serio. Pero hace ya mucho tiempo. Ya no se llevan como antes.
-¿Y cómo lo sabes?
-Porqué por aquel entonces, escuché  varias veces que se llamaban así entre ellos.
-Tengo que someter  al tercer grado a Carolina.
-Y digo yo: ¿Qué más te da a ti?
-Pues me tendré qué informar digo yo.
-Cotilla.
-¿Perdona? El cotilla eres tú porqué que yo sepa el que había puesto la oreja y escuchó los motes estos fuiste tú, así qué no me llames cotilla a mí.
-¿Oye me ayudas a estudiar?
-No me cambies de tema.
-¿Se te dan bien las matemáticas?
-Se podría decir qué sí, bueno, se me dan. Pero es que ahora no tengo ganas de ‘’ayudarte a estudiar’’.
-Recuerda, me debes un favor.
-Cierto, no tendría que haber aceptado.
-Pues vente a mi habitación que los libros están allí.
Pasamos como dos horas estudiando, si se le puede llamar estudiar. Iván es más torpe en matemáticas que mi abuela pronunciando WhatSapp. Me salen las X por las orejas ya. Nos tomamos un descanso y bajamos a la cafetería y allí estaba la rubia de bote esa que estaba insinuándose a Iván.
-Hola!- Se acercó a Iván y le puso el escote en la cara.
-Hola…
-Me ha encantado hablar contigo antes. Cuando quieras quedamos, en mi habitación no hay nadie nunca….-Dios, como se puede ser tan golfa!
 -Eee….si bueno…..si acaso ya te aviso yo.- Iván tiene cara de no interesarle para nada la propuesta.
-Pero no tardes mucho.- ¡Le ha guiñado un ojo! Es una indirecta muy directa…
-Oye perdona ¿Te puedes ir a otro sitio? Es que aquí estamos intentando estudiar, cosa que podrías hacer tú. Yo si quieres te ayudo, pero siempre y cuando saque un beneficio.
-Pero…..¿Tu quien te crees que eres?
-Daniela. Soy nueva, encantada.-Le dejé con dos palmos de narices. Como las neuronas las tiene justas para un día se le habrán acabado todas por hoy.
-Me voy pero porque yo quiero.
-Vale, me parece bien. Te acompañaba hasta la salida pero estoy muy cansada.- Lo que os decía, no sabe que contestar. Menos mal que ya se va.
-¿Que chulita eres no?
-Es que quiero acabar cuanto antes contigo. No pensé que serias tan tonto de no distinguir la X de una ecuación con la de una multiplicación.
-Claro no será porque la chica me estaba diciendo indirectamente que me fuera con ella a su cama y no te importara.
-¿Por qué me va a importar?
-Porque sabes perfectamente que te gusto y querrías probar mis labios, igual que yo los tuyos. Lo que pasa es que no quieres admitirlo. ¿Sabes por qué? Porque eres una orgullosa y no quieres mostrar tus sentimientos para que no te hagan daño. ¿Me equivoco?