Seguidors

diumenge, 19 de febrer del 2012

Capítulo 14

Me despierto y estoy yo sola en la cama. Iván seguro que se ha ido a correr. Espera ¿eso que huelo son tostadas y café? Entonces no se ha ido a correr, porque no creo que la que ha hecho el desayuno sea Carol. Voy por el pasillo pensando en el festín que me voy a pegar como desayuno pero al llegar al comedor mi cara cambia por completo.
-Buenos días, pensaba que me iría y no te vería.
-Mira Dani he invitado a Oliver a desayunar.
-Ya eso ya lo veo.
-Nos ha hecho el desayuno.
-Carol ¿donde está Iván?
-No sé, me parece que se ha ido por ahí.- Ni siquiera me está prestando atención, está muy ocupada mirando a Oliver.
-Ahh que bien. ¿Para qué tienes orejas?
-Para aguantarme los cigarros y ponerme gafas cuando estoy de resaca. Además que es tu novio no el mío.
-¿Tienes novio?
-Si lo tiene. Des de hace dos años, deberías oírlos, parecen niños. Pero yo no, yo estoy libre y entera.
-Ahh interesante, por cierto Daniela me encanta tu pijama de Winnie de Pooh. – Ostia! No me acordaba que he salido en pijama, y encima con este que no deja nada a la imaginación. Este me lo pongo para Iván pero no para él.
- Emm.....Ahora vuelvo. – Voy a mi habitación y me visto lo más rápido que puedo. Me pongo unos vaqueros muy ajustados y una camiseta, la primera que pillo. Vuelvo y veo a Carolina a dos centímetros de Oliver. Él al verme se separa.
-No quería interrumpir.
-Tranquila no interrumpías nada.
-Bueno ¿algo si no? – Carol mira a Oliver con cara de ‘’te lo como todo’’ pero Oliver niega con la cabeza. Carolina suspira decepcionada.- Bueno me voy a la ducha, no le hagas nada que tiene novio.
Los primeros segundos son de silencio. No sé qué decir, el día que estuvimos en su casa era muy majo pero no lo conozco como para tener una conversación de amigos. Pero eso no quita que ahora mismo me den ganas de quitarle la camiseta.....¿Que estoy diciendo?
-Danii..
-Daniela.
-Digo, Daniela, tu confiarías en mi?
-Según. ¿Por qué?
-Ven.- Me coge del brazo y me lleva hasta la puerta.
-¿Qué haces?¿Donde me llevas?
-Has dicho que confiarías en mí.
-He dicho según.- Pero ya no tengo tiempo para replicar. Vamos bajando las escaleras corriendo y el sigue agarrándome de la mano. Llegamos a la calle y nos paramos delante de un coche.
-¿Te atreves a subir?
-Sí que me atrevo, pero ¿dónde me llevas?
- De pequeño me enseñaron que hay que ser valiente y confiar en la gente, menos en los viejos que te dan caramelos. – Nos reímos. Su sonrisa es perfecta, no tiene un solo diente puesto en mal sitio, ni una caríes, ni uno encima de otro, nada, simplemente perfecta.- Así que puedes subir al coche, o ser una cobarde y quedarte aquí en tu casa escuchando a Carolina.- No soporto que me llamen cobarde así que antes de pueda decir algo más me subo en el asiento del copiloto y él me cierra la puerta como un caballero.- Una señorita muy valiente usted.
-Gracias. Es por su culpa señor, me ha retado.
-Me encantan los retos.- Nuestras sonrisas vuelven a saludarse.
Llevamos un buen rato en el coche, vamos cantando de todo, parece que estemos jugando al Sing Star. Pero no me importa que tardemos días en llegar a donde quiera Dios que sea porque estoy muy a gusto.
-Bueno señorita ya hemos llegado.
-Ya?- No tengo ganas de bajarme del coche, se estaba muy bien con la música, sentada y oliendo su colonia de Paco Rabanne.
-Si. Pero espera tengo que vendarte los ojos.
-Vale. – Parece un juego de niños esto. Iván nunca había hecho algo así.
-¿Ves algo?
-Nada.- Que pena no poder verle a él.
-¿Vas confiando más en mi?
-Creo que sí.
-Perfecto porque ahora estas en mi manos, yo te llevo, si tropiezas con algo lo siento.- Me abraza por detrás y me guía, ahora sí que su colonia me acaba de calar en las fosas nasales.- Vale ya te puedes quitar la venda.
Me la quito y solo veo una sola gama cromática, todo verde. Grandes campos de hierba y nadie al rededor, solo él y yo. Y queda aún más bonito cuando de fondo de ve el atardecer, parece sacado de una película. Me quedo embobada mirando el paisaje que ni me doy cuenta de que me acaba de coger de la mano.
-¿Te gusta?
-Me encanta. ¿Cómo que me has traído aquí?
-Porque esto es precioso y tu a su lado, se queda en nada. -  Seguro que le estoy dejando los zapatos un asco de la baba que se me cae.- Venía aquí de pequeño, pero por cuestiones familiares dejé de venir. Cuando te vi en la cafetería, me vino una sensación de que si estoy a tu lado estoy en el mejor lugar del mundo y a mí me encantaba venir aquí. Así que pensé ¿Por qué no juntar las dos cosas?
-Oliver.... Eres de lo mejor que he conocido des de que salí del maldito internado, pero tengo novio y...
-Shhh. Lo sé, pero yo también quiero pasar tiempo a tu lado y yo haré hasta donde tú me dejes.- Poco a poco se va acercando más a mí. Sus labios están llamándome y yo no hago nada por evitarlo. Tengo muchas ganas de besarle y no sale nada de mí que lo pare, ni siquiera Iván pasa por mi cabeza. ¿Qué hago?


4 comentaris:

  1. Qué interesante capitulo, no eh leido los otros deben ser mejores, pero este me ha dejado muy intrigada, me gustó mucho (: te sigo, gracias por visitar mi blog, un besito bonita

    ResponElimina
    Respostes
    1. Muchas gracias de verdad:) Ahora mismo visito tu blog y me hago seguidora^^

      Elimina